Héroes verdaderos: Ryan Hreljac

En 1998, en Kemptville, Ontario en Canadá, la maestra de Ryan Hreljac decidió hablar a su clase sobre las condiciones que afrontaban sus homónimos africanos. Les preguntó ¿cuál creían era la principal causa de muerte para los escolares? La mayoría contestó que la falta de alimentos y se sorprendieron mucho cuando la maestra reveló que era beber agua contaminada. Ryan prenguntó cuanto costaba un "grifo" en África, la maestra recordó haber leído en alguna parte que unos $70 costaba una bomba extractora.

A partir de ese momento, germinó en la mente de Ryan una idea que gracias a su tenacidad, rendiría frutos insospechados. Dado que su familia era de clase trabajadora, pasó muchas dificultades para convencer a su madre de que permitiera hacer trabajos domésticos en su casa para hacerse acreedor a esa suma. Sus hermanos comenzaron ayudando pero pronto se aburrieron. Luego de cuatro meses de hacer cuanta tarea casera le permitía su escasa estatura, logró acumular, moneda a moneda, la suma deseada, y su madre le acompaño a entregar su dinero a WaterCan, una ONG especializada en la lucha para proveer acceso a agua a la población más pobre del planeta. Ahí se enteraron que los $70 eran sólo para adquirir una bomba manual. Para perforar un pozo se ocupaban unos $2000. La directora ejecutiva de la oficina local, impresionada por la oonvicción del niño, convenció a sus superiores de financiar, a medias con él, el faltante para la construcción del pozo. Ahora, se ocupaban unos $700 adicionales. Gracias a lo contagioso de su entusiasmo y su actitud positiva, el tozudo niño no tardó en recolectar ese dinero en su comunidad y vecindario, y fue escogida la escuela de Angolo en Otwal, Uganda, como el destinatario del pozo, localidad donde uno de cada cinco niños moría antes de cumplir la edad de Ryan.

Pero la ambición de Ryan no quedó ahí. Cuando supo que los pozos se perforaban manualmente, comenzó a recolectar dinero para la compra de un taladro móvil (cuyo costo era $25,000). Tuvo la suerte de que su historia fuera divulgada por un periódico y posteriormente, de un documental para televisión. Entonces, comenzó a recibir cartas y donaciones de todo el país. Simultáneamente, en su clase, se había iniciado un intercambio de cartas con los niños de la escuela de Angolo:

…Querido Ryan, me llamo Akana Jimmy. Tengo 8 años. Me gusta el fútbol. Nuestra casa está hecha de hierba. ¿Como son en los EEUU? Tu amigo, Akana Jimmy.

Ryan contestó con:

..Querido Jimmy, Debe ser fantástico tener una casa hecha de hierba. Tengo 8 años. ¿Bebes agua de mi pozo todos los días? ¿Cual es tu materia preferida en la escuela? Iré a Uganda cuando tenga 12 años. Mi casa está hecha de ladrillos[...] Escríbeme pronto. Tu amigo Ryan.

Sin embargo, Ryan no tuvo que esperar a tener 12 años para hacer el anticipado viaje. Un vecino adinerado donó sus puntos aéreos y en julio del 2000, acompañado de sus padres, llegó a Otwal. Cinco mil niños coreaban su nombre formando un pasillo humano, al final del cual lo esperaba su amigo Jimmy, quien lo condujo para que pudiera cotar la cinta y dar por inaugurado oficialmente su pozo. Desde entonces, ya suman 432 pozos perforados en más de 15 países, a través de su Fundación.

Si un niño de 6 años pudo comenzar todo esto, ¿no podremos poner nuestro grano de arena también?

A través de Kurioso.