sábado, 31 de mayo de 2008

Cuentos de Angustias y Paisajes

Mi papá siempre quiso estudiar, pero en su tiempo, eso no era tan fácil. Él sacó el bachillerato por madurez, y luego estudió contabilidad. Ya casado, y con dos hijos (tendríamos 8 y 7 años, mi hermana y yo) trató de estudiar en la Universidad. Dos veces lo intentó, pero en tiempo de exámenes, con el trabajo, las contabilidades que llevaba "por fuera" y el estudio, le daba una "parálisis facial" (por estrés), así que se tuvo que conformar y abandonar los estudios. Sin embargo, creo que yo fui uno de los beneficiados pues pude leer ciertos libros mucho antes que me tocara, en el colegio, o la universidad. Uno de ellos es "Cuentos de Angustias y Paisajes", de Carlos Salazar Herrera. Estos cuentos son intensamente autóctonos. Puedo identificarme con su lenguaje, los lugares, la forma de ser de los personajes, que viven una vida dura, campesina, sencilla. Casi todos tienen un trasfondo trágico, que sus personajes aceptan, como aceptan la dureza de esa vida. Mención especial merecen los grabados que ilustraban esa edición. Con un minimalismo preciso, casi brutal. Les dejo aquí una muestra...


Ya nada tenía que pensar. Todo estaba pensado ya.

Eran las cinco y media de la tarde.

Gabriel Sánchez, escondido en el matorral, abrazando su carabina, acechaba la vuelta del atajo por donde solía pasar todos los días Rafael Cabrera, a las seis de la tarde, cuando iba para su casa.

¡Todo estaba pensado ya!

Gabriel dispararía, distante a ochenta pasos largos del corte caminero que da la vuelta al Cerro de los Pavones.

Allá, el camino solitario y confianzudo.

Aquí, el matorral encubridor y agazapado.

Por allá pasaría Cabrera.

Por aquí dispararía Gabriel.

“¡Las pagarás todas juntas!”, habíase dicho, y estaba dispuesto a cumplir su palabra.

Algún tiempo atrás, en una armería cualquiera adquirió la carabina, cuya posesión mantuvo ignorada para todos, oculta en la montaña, bajo unas cortezas impermeables.

¡Todo estaba pensado ya! No cometería torpeza alguna que pudiera delatarlo. Para eso había calculado todos sus proyectos hasta la saciedad.

Y ahora, sentado sobre los talones, acariciando el arma, esperaba y esperaba, sin apartar la vista del recodo del camino.

Había decidido matonear a Rafael Cabrera, y para matonearlo estaba allí, inconmovible, como un monolito.

“¡Las pagarás todas juntas!...”

Escondíase, grande y rojo, el sol de marzo.

Por fin, allá, al despuntar la vuelta del Cerro de los Pavones, con un fondo luminoso de celajes, apareció la silueta del otro.

Gabriel miró su reloj. Eran las seis en punto de la tarde.

¡Cumpliría su palabra!... Ya era cosa de unos segundos.

Entonces empezó a oír apresuradamente sus palpitaciones, y se enojó con su débil corazón.

Frente a él, a dos palmos, vio un racimo sazón de moras; arrancó unas cuantas y se las echó a la boca. Luego las escupió... porque no eran moras.

Aquél había llegado al lugar elegido para matarlo.

Éste se puso la culata al hombro, sostuvo el resuello apuntando con toda precisión... y disparó. El eco repitió el carabinazo.

Aquél se llevó las manos al pecho y cayó violentamente, rodando luego por un pequeño declive, donde quedó boca abajo, hundido en el polvo.

Gabriel Sánchez se alegró de haberlo matado, y comenzó a realizar su plan de regreso.

Bajó por un despeñadero hasta la orilla del río, en cuya profundidad arrojó la carabina. Halló luego la canoa, que días antes había escondido entre las breñas de la ribera, y la puso a flote.

Remó. Remó usando toda la fortaleza de sus músculos, para librarse, bien pronto, de tan franca cortadura.

Alcanzada la ribera opuesta, abandonó la canoa a la voluntad del río y se meüó en la selva.

Ahora iba lento y sosegado, como si nada hubiera ocurrido. No pensaba siquiera en lo que había hecho. Eso lo dejaba para después.

Un pájaro bobo lo siguió largo rato, saltando de árbol en árbol, hasta que se volvió cansado de aquel hombre sin importancia.

El hombre sin importancia acabó de atravesar la selva y salió a un campo de pasto; después al camino carretero, ancho y sabroso.

Llegó a su casa, regocijadamente. Nadie había. Envolvió una toma de picadura de tabaco en un recorte de papel amarillo y le dio fuego, chupándolo hasta colmar los pulmones.

¡Nadie lo había visto!

Echóse sobre una hamaca y sopló una columna de humo.

Entró la noche.

Fue cuando se dio a gustar la venganza a su sabor, gozándose del acierto de todo, y de su dominio contra la flaca naturaleza de los nervios.

Necesitó luego fortalecer su conciencia con las poderosas razones que tuvo para matar, llevando a su memoria los motivos que originaron aquel juramento: “¡Las pagarás todas juntas!”

¡Rafael Cabrera estaba ahora muerto!... ¡Él lo había querido!... ¡Se lo había ganado!... ¡No faltaba más!...

Y así, echado boca arriba, con las manos enlazadas debajo de la nuca, estuvo largo rato, desgranando una mazorca de recuerdos viejos.

De pronto, recordó que él solía ir por las noches, a esas horas, al comisariato del chino Acón, donde llegaban a conversar los peones y patronos de las haciendas vecinas.

La ausencia suya en el comisariato, podría dar lugar a una sospecha. Por otra parte, su hermano no tardaría en llegar, sorprendiéndose, seguramente, de encontrarlo metido en la casa, lo cual originaría una pregunta que resolvió evitar.

Era preciso considerarlo todo. Hasta los más despreciables detalles, ahora y en el futuro, podrían ser una imprudencia.

Entonces Gabriel comprendió que, en cierto modo, había perdido su libertad.

Se dirigió al comisariato del chino Acón, igual que todas las noches, a charlar un rato con los peones.

Allí, posiblemente se comentaba ya el asesinato de Cabrera.

Gabriel debería escuchar la noticia con asombro. Quizás reprocharía indignado el crimen. Quizás agregaría luego con fingida tristeza: “¡Pobre señor Cabrera!... ¡No hay derecho para matar!...

Iba caminando a paso lento, bajo la noche y entre los grillos.

Resolvió desembarazarse en el camino de un fardo de cosas por pensar, pero la carga se le hizo más pesada con una angustia, que no supo por qué, se le encajó encima. Perdía la serenidad conforme se acercaba al grupo de sus amigos.

Tuvo la impresión de que llevaba marcada en el semblante, la tremenda verdad que quería encubrir. Tuvo el temor de que sus propios ojos lo fueran a delatar. Sintió miedo de que él mismo, inesperadamente y contra su propia voluntad, fuera a contarlo todo, víctima de una turbación.

Quiso arrancarse de golpe aquellas inquietudes... pero ya no pudo. Nuevos temores se le incrustaron en el cerebro.

“¿Alguien vería el humo de la pólvora?... ¿Alguien lo miraría bajar por el despeñadero? ¿Arrojar la carabina al río? ¿Remar en la canoa? ¿Echarla a la deriva? ¿Atravesar la selva? ¿Cruzar el pastizal?... Aquel pájaro bobo que lo siguió largo rato, ¿sería capaz de contar algo?

Y se echó a reír; luego se asustó de oírse riendo.

“No, nadie lo sabía. Todo fue un acierto. ¡Era preciso matar!... Y ahora Rafael Cabrera es un cadáver, tirado en la vuelta del Cerro de los Pavones.”

Miró el reloj. Eran las ocho recién pasadas. Y echándose las manos en los bolsillos con aire indiferente...

Entró en el comisariato del chino Acón. El comisariato del chino Acón estaba lleno de gente. Gabriel saludó a los muchachos rozando con sus dedos el ala del sombrero, y se fue a sentar en un ángulo de la tienda, sobre unos cajones con mercaderías. Encendió un cigarrillo y, al levantar la vista, notó que varios peones lo miraban con marcada insistencia. Un hervor de sangre le recorrió, atropelladamente, todo el cuerpo.

Observó que entre todos los peones se había hecho un silencio lleno de crueldad. A las miradas de aquéllos, se unieron las de otros, y otros, y otros más.

Tembló.

Se le helaron las manos y comenzó a sudar.

Algunos hombres comentaron algo en voz baja, mientras lo miraban de soslayo con aire misterioso. Después... ¡nada!... Se oía el silencio.

Gabriel creyó necesario sonreír. Fue una risa dolorosa, estrujada por el miedo. Notó que le temblaban los ángulos de la boca. Se dio cuenta de que no tenía fuerzas para hablar ni para moverse: que no tenía valor, ni siquiera, para quedarse allí mismo, inmóvil. El Jefe Político acababa de entrar, y Gabriel Sánchez pudo oír que dos o tres veces le decían sucesivamente:

—A usted le toca decírselo.

El Jefe Político se adelantó con paso lento en dirección a Gabriel, seguido de algunos hombres. En aquel momento, Gabriel reaccionó... ¡Lo negaría todo! Además, nadie podría probarle nada porque... ¡no hubo error alguno! ¡Estaba seguro! Levantó la cabeza y se llenó de magnificencia.

—Gabriel —dijo el Jefe Político—, venga usted conmigo.

Y ya afuera del comisariato, con voz piadosa:

—Hará poco más o menos dos horas, matonearon a su hermano en la vuelta del Cerro de los Pavones.

(El libro lo pueden descargar completo aquí)

domingo, 25 de mayo de 2008

Pasando la Antorcha...


Bueno, parece que me pasaron la Antorcha. Gracias al CarePicha por la confianza. He entrenado muy duro... (al que no sepa del concurso, aquí puede leer el detalle). Allá le comentaré su crítica...

Mi blog elegido para pasarla es Dele Pedal de Andrés.

Al compa Andrés lo conozco, cyberespacialmente hablando , desde hace poco. Pero ha mostrado su casta bloguera muy rápidamente. De hecho, ni las vacaciones le han impedido seguir en contacto.

Me cuadra mucho que el mae publica y comenta temas cotidianos, sin jetonadas, con los pies puestos en la tierra. De hecho, me sorprendió saber que bretea en publicidad (jajaja).

Y sugerencias... pues, en realidad, a mí me gustan los blogs por el contenido. Y el contenido de este está muy bueno. Tal vez sería interesante que posteara cosillas técnicas referentes a su trabajo, que tal vez el público común no conoce. Y así nos ilustra a todos. Por ejemplo, seleccionar un buen (o mal) anuncio en youtube, y hacerse un análisis... (¿el anuncio o la campaña del mes?).

Bueno, Dele Pedal porque los huevos vienen atrás... Ahí le va la antorcha...

lunes, 19 de mayo de 2008

Otro día en el paraíso...



A raíz de un post que publicó Roy, me puse a pensar en lo duro que lo tiene tanta gente en este mundo, y todas las ventajas que tenemos la mayoría que blogueamos por aquí. Phil Collins escribió esta canción pensando en los "homeless", pero creo que se aplica a toda la gente necesitada en el mundo...



She calls out to the man on the street
"Sir, can you help me?
It's cold and I've nowhere to sleep,
Is there somewhere you can tell me?"

He walks on, doesn't look back
He pretends he can't hear her
Starts to whistle as he crosses the street
Seems embarrassed to be there

Oh think twice, it's another day for
You and me in paradise
Oh think twice, it's just another day for you,
You and me in paradise

She calls out to the man on the street
He can see she's been crying
She's got blisters on the soles of her feet
Can't walk but she's trying

Oh think twice, it's another day for
You and me in paradise
Oh think twice, it's just another day for you,
You and me in paradise

Oh lord, is there nothing more anybody can do
Oh lord, there must be something you can say

You can tell from the lines on her face
You can see that she's been there
Probably been moved on from every place
'Cos she didn't fit in there

Oh think twice, it's another day for
You and me in paradise
Oh think twice, it's just another day for you,
You and me in paradise


Ella llamó al hombre en la calle
“Señor, ¿puede ayudarme?
Hace frío y no tengo lugar donde dormir
¿Puede recomendarme algún lugar?”

Él siguió caminando, no miró atrás
Simulaba no poder oírla
Comenzó a silbar mientras cruzaba la calle
Parece vergonzoso estar allí

Oh, piénsalo dos veces, es otro día para
Ti y para mi en el paraíso
Oh, piénsalo dos veces, es otro día para ti,
Para ti y para mi en el paraíso

Ella llamó al hombre en la calle
Él puede ver que ella estuvo llorando
Ella tiene ampollas en las plantas de sus pies
No puede caminar pero lo está intentando

Oh, piénsalo dos veces, es otro día para
Ti y para mi en el paraíso
Oh, piénsalo dos veces, es otro día para ti,
Para ti y para mi en el paraíso

Oh Señor, ¿no hay nada más que alguien pueda hacer?
Oh Señor, debe haber algo que puedas decir

Puedes decirlo por los rasgos de su cara
Puedes ver que ella estuvo allí
Probablemente ha sido echada de todos lados
Porque ella no encajaba allí

Oh, piénsalo dos veces, es otro día para
Ti y para mi en el paraíso
Oh, piénsalo dos veces, es otro día para ti,
Para ti y para mi en el paraíso

Letras tomadas de songstraducidas.com

miércoles, 14 de mayo de 2008

Héroes verdaderos: Irena Sendler


El lunes murió en Varsovia, a la edad de 97 años, Irena Sendler (1910-2008). Yo no conocía su historia, y leyendo su obituario fue que me vine a enterar de ella.


Cuando Alemania invadió Polonia en 1939, Irena trabajaba como enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, el cual administraba comedores comunitarios que llevaron no sólo comida sino ropa, medicinas o dinero a miles de personas, tanto judías como católicas, huérfanos, ancianos, pobres.

En 1942, los alemanes crearon el gueto, e Irena decidió colaborar con el Zegota (Consejo de Ayuda a los Judíos), encargándose de la división infantil. Como miembro del Departamento de Bienestar Social, tenía un permiso especial para entrar y salir del gueto. Organizó el escape de niños judíos, escondidos en todo tipo de objetos (sacos, cestos de basura, ataúdes). A lo largo de año y medio logró de esta forma rescatar cerca de 2,500 niños judíos, que fueron relocalizados con familias polacas. Como ella quería que los niños recuperaran su identidad, al térmno de la guerra, cuidadosamente guardaba en frascos, que luego enterraba, la información respectiva.

Pero los alemanes la capturaron en octubre de 1943. En vano fue severamente torturada para que delatara a sus colaboradores, y finalmente, fue sentenciada a muerte. En el último momento, el Zegota logró sobornar a algunos alemanes para que la dejaran escapar e incluyeran su nombre entre los ejecutados. Por el resto de la guerra, ella se mantuvo oculta, pero trabajando para los niños judíos. Después de la guerra, desenterró las listas que había ocultado, e intentó la devolución de los niños a sus padres. Sin embargo, la mayoría habían perecido en el campo de exterminio de Treblinka.

En una carta al parlamento polaco, el año pasado, con motivo de un homenaje al que su avanzada edad no le dejó asistir, puntualizó:

"Cada niño salvado con mi ayuda es la justificación de mi existencia en esta Tierra, y no un motivo de vanagloria"

lunes, 12 de mayo de 2008

You're so vain!


Hace poco se hizo un pequeño escándalo alrededor de un compañero bloguero que ha sido bastante popular por bastante tiempo, manteniendo su identidad en el misterio. Me refiero al siempre popular H3dicho (conocido en los bajos fondos como Carepicha). Y curiosamente, como le comenté jocosamente, es uno de los pocos misterios que quedan sobre la tierra, después del dedicado de esta canción clásica. Y es que, si no lo saben, nunca se ha hecho público en quién se inspiró Carly Simon para escribir esta canción. En la lista de posibles, figuran nombres tan ilustres como: Warren Beatty, Mick Jagger, Cat Stevens y su propio marido, James Taylor. Sea como sea, para un evento de caridad, vendió el secreto en $50,000 con la condición de que no fuera revelado (sólo el "comprador" podría saberlo). Y así, el misterio continúa... aunque lo más probable es que se trate de Beatty, quien al parecer concuerda con el perfil esbozado en la canción. De hecho, hace poco admitió: "Let's be honest. That song was about me." Sólo queda cantarle a todo galillo: "You're so vaiiinnnn"...

domingo, 11 de mayo de 2008

Las frases de la semana de France Press (11/may/2008)

PARÍS (AFP) - Algunas de las frases más destacadas de la semana tienen mucho de sorprendente pero poco de gracioso, como la cita "no soy un monstruo", pronunciada por Josef Fritzl tras haber tenido secuestrada a su hija durante 24 años, en los que abusó de ella y con la que tuvo siete hijos.
Mis comentarios en verde...

"No soy un monstruo".

- Josef Fritzl, el austríaco de 73 años que confesó haber encerrado a su hija durante 24 años en un sótano y haber tenido con ella siete hijos.

Obviamente, los monstruos no pueden ser capaces de tal crueldad...

NI LO UNO NI LO OTRO:

"En la época de Sadam, teníamos seguridad, pero no libertad. Ahora, no tenemos seguridad... ni tampoco libertad".

- Zaid Al Safar, un médico de Bagdad, en referencia a la violencia que azota Irak.

De la sartén al fuego...

HASTA EL FINAL:

"Seguiré en esta carrera hasta que haya un candidato".

- Hillary Clinton, precandidata demócrata a las elecciones en Estados Unidos.

Algo que todos los republicanos le agradecen desde el fondo del alma...

ARMAS EN RISTRE:

"El 80% del Perú pide orden, energía, severidad, sanción; no pide compromiso, conciliación; la población quiere que se usen las armas para detener el peligro".

- El presidente peruano, Alan García, explicando que combatirá las huelgas anunciadas para los días previos a la Cumbre Unión Europea-América Latina.

Así por la buenas, cualquiera entiende...

BLOGOSFERA CUBANA:

"!Qué ganas tengo de crecer... de hacerme adulta y que me dejen salir y entrar de casa sin permiso!".

- La cubana Yoani Sánchez, a quien el Gobierno cubano le denegó la autorización para viajar a Madrid para recibir un premio por su 'blog' 'Generación Y'.

El problema no sos vos, querida, sino tus 11 millones de hermanos...

En Costa Rica:

“La violencia es evidente. El personal de la sección de Homicidios (del OIJ) está saturado”.

Jorge Rojas / Director del Organismo de Investigación Judicial.

Ahí tenemos a un buen reemplazo para la ministra de Seguridad, Janina alias "El pararrayos".

martes, 6 de mayo de 2008

Las frases de la semana de France Press (04/may/2008)

PARÍS (AFP) - Las declaraciones más fuertes, más insólitas o más inesperadas obtenidas durante la semana por el equipo mundial de periodistas de la agencia en diferentes esferas de la actualidad.

Mis comentarios en verde...


PRESERVAR LA IMAGEN

"No hay ningún caso de Amstetten, no hay ningún caso de Austria, hay un caso aislado".

- El canciller austríaco, Alfred Gusenbauer, preocupado por la imagen de su país por el secuestro de una mujer durante 24 años a manos de su padre, que le engendró siete hijos.

En efecto, hay un caso humano. Todos tenemos que abrir los ojos...

ALERTA DE COMBATE

"Atención vecinos. En días de guerra eviten salir de casa. Muchas gracias. CV".

- Mensaje del grupo criminal Comando Vermelho (CV) escrito en un muro de una favela de Río de Janeiro donde se enfrenta con la policía.

¿Será este otro "grupo beligerante"?

MODAS ECONÓMICAS

"La política de aumentar las tasas de interés, no es nueva. No tiene nada de neoliberal, es paleoliberal".

Paulo Nogueira Junior, representante de Brasil en el Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre el recurso a subir las tasas para contener la inflación.

Uno de los "vicios" más viejos del mundo... subir el precio... (en este caso, del dinero!)


RIQUEZA Y HONRADEZ

"No hay rico que sea honrado, porque trabajando nadie se hace rico (...) Si trabajando se hiciera rico, los burros serían los más ricos".

Juan Sandoval Iñíguez, cardenal mexicano.

¡Un buen incentivo para no trabajar!


SIN BROMAS

"Para considerar como un objeto de coleccionista. Absténganse los bromistas".

El líder francés de extrema derecha, Jean-Marie Le Pen, en su anuncio para vender su automóvil blindado en el sitio web de subastas eBay.

Bien dicen que el que no anuncia no vende...

En Costa Rica:

“Fúnebres pronósticos económicos amenazan (...) La humanidad ve resurgir el demonio del hambre”.

Óscar Arias, Presidente de la República, en su discurso del "Estado de la Nación".


Yo creía que el demonio era Bush... bueno, aunque a Óscar Arias también le han dicho diablo...

sábado, 3 de mayo de 2008

¡Yo soy yo y mi circunstancia!



A raíz de la experiencia sufrida por nuestro fiscal general en un reciente y fallido viaje a Estados Unidos, me he puesto a pensar en lo que mucha gente debe aguantar de otras personas, oficiales de migración, de seguridad, etc, que (al parecer) abusan de su autoridad.

La famosa frase de Ortega y Gasset no es solamente un cliché. Creo que es una realidad. En el famoso experimento de Stanford, a principios de los 70's se pudo comprobar que gente normal, equilibrada, se convertía en sádicos carceleros o quebrantados reclusos, si ese era el papel asignado a ellos. Creo que es un poco la metáfora del sapo, que es capaz de cocinarse en agua hirviendo (sin saltar de la olla) si le vamos subiendo la temperatura poco a poco...

Y esto lo pone a pensar a uno realmente. ¿Somos buenos o malos, o eso depende de las "circunstancias" en las que nos encontremos?

En las situaciones como la del señor Dall'Anese yo siempre trato de ser muy paciente, pues uno lleva las de perder en estos casos, y es inútil ponerse a discutir. Me hago a la idea de que ellos son entrenados a no tomar decisiones y solamente cumplir con el protocolo que tienen asignado.

En Youtube hay un documental más extenso sobre el infame experimento, dividido en tres partes, pero únicamente en inglés. Parte 1, Parte 2, Parte 3.