lunes, 28 de enero de 2008

¿Seremos buenos por naturaleza?

¿Tendría razón Rousseau, en cuanto a que nacemos buenos y el mundo nos corrompe?

Ahora hay cierta evidencia científica para apoyar esto (leído en el Blog de Evolutionibus).

Se hizo un experimento con niños de 6 y 10 meses. Primero se les muestra una figura “esforzándose” por hacer algo, luego aparece otra que le “ayuda” a la primera.

Cuando se les da a escoger, los niños escogen la figura del “ayudante” en comparación con otra cualquiera. Incluso se les cambia el color, para verificar que no se trate de una preferencia cromática. También se probó cambiando la dirección en que se quiere mover la figura. El resultado fue el mismo.

Por otro lado, en un experimento similar, otra figura “impide” que la esforzada cumpla con sus deseos.

Cuando se les da a escoger, los niños escogen el “ayudante”, o incluso una figura “neutra” en lugar del “opresor”.

Así que parece que venimos programados genéticamente para preferir figuras “benévolas” en lugar de “tiránicas”. A mí me suena muy lógico, desde el punto de vista evolutivo, cuando uno es un bebé, es mejor tenderle los brazos a alguien que te va a cuidar, más que alguien que te va a maltratar. Aunque, claro, eso no quiere decir que el bebé mismo ayude o obstruya a otros, dado que aún le falta interactuar socialmente, creo que sí indica cierta inclinación natural para ayudar a otros. Y además, si aprendemos con el ejemplo...

Artículo en BBC

22 comentarios:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Yo tengo dos aristas en esta teoría.

1) Es el pecado original, en la cual el ser humano tiene tendencia hacia el pecado, pero tal ves el pecador no necesariamente sería malo ante la sociedad, pero si malo a lo interno ante los ojos de Dios.

2) Definitivo el medio donde crece y se socializa, y es que hay gente que es bien mala desde niños, dan manifestaciones de ser intolerantes, viles y a veces vengativos y empiezan así y cuando llegan a ser hombres o mujeres, pues su naturaleza, como el llamado de la selva, los hace potencialmente malos, ante los parámetros de las sociedad.

Saludos

gonzo dijo...

Yo estoy con Roy en ese 2do punto. Creo que la experiencia y la convivencia con otras personas lo hacen cambiar a uno.

el culé dijo...

Yo pienso algo similar, para mi todos los seres humanos somos buenos hasta que empieza a chocar nuestra libertad con la libertad de los otros. Es cuando se nos limita que se empieza a manifestar el egoísmo y las malas actitudes.

Obviamente luego entra la forma en que se nos enseñe a manejar estas situaciones si uno es bueno o malo...

Muy interesante, saludos

Terox dijo...

Roy, Ud lo enfoca negativamente y no sé por qué. Cómo se puede tildar de "pecado original" el hecho que niños de 6 o 9 meses demuestre vivo interés en figuras "cooperativas" más que "obstruccionistas"? Si fuera por pecadores, todos seríamos como la descripción del punto 2, desde recién nacidos. Y creo que esos "malos" desde chiquitos son pocos (estadísticamente hablando).

Gonzo, cierto que la temprana socialización define en mucho tu carácter. Aún así, hay cosas muy difíciles de explicar, como que dos niños con condiciones muy similares (de socialización) se desarrollen a extremos opuestos de carácter (incluso entre hermanos). Casos como el que menciona Roy en el punto 2 pueden tener un origen bioquímico o estructural en el cerebro.

Culé, vos planteás como que somos buenos hasta que nos incómoda seguirlo siendo... algo debe haber de eso. Se supone que todos los bebés son egoístas, pero diay, a la mayoría se nos quita. Lo que hay que desarrollar es la empatía, o sea, la capacidad de ponerse en los zapatos del otro. Yo estoy convencido que es la falta de empatía lo que lleva a cometer los peores crímenes, a sangre fría.

No sé si ya vieron los videos. Doble click en la foto, son muy interesantes...

La Mula dijo...

yo pienso que en esencia somos buenos. lo que nos caga la olla de leche es el entorno, el facilismo, el conformismo, y algunos otros temas negativos de la sociedad (como el reguetón)
Los sistemas políticos, la administración de justicia y la educación son temas que sin duda permean a las personas para que saque lo mejor o lo peor de si.

un gustazo leer tu blog mae!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
No me explique bien, cuando hable del pecado original, no estaba pensando en los niños que ahí hablas, fue en general.
Saludos

Terox dijo...

Ok, Roy. Sin embargo, no se podría explicar de esa forma. Dado que todos seríamos "herederos del pecado", como se explicaría gente que es buena (con toda la subjetividad que implica esa palabra) y que no es cristiana?

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Por eso te dije que el hecho que todos heredemos el pecado original, no implica que ante los ojos de los hombres la gente sea mala.
El principio cristiano explica que todos heredamos el pecado original y por eso se tiene una tendencia hacia el mal. Pero uno puede ser pecador, y eso afecta la vida espiritual de uno mismo ante los ojos de Dios, pero puede ser una buena persona, ante los ojos de la sociedad, esa es la diferencia.
Saludos

Terox dijo...

Mula, bienvenida. Pues si, pero entonces tenemos el potencial para seguir siendo buenos. Hay que pulsearla para seguirlo siendo...

Erodrigufer dijo...

El primer punto de Roy es puramente religioso depende de lo que uno crea, pero el segundo es muy interesante en mi parecer los incentivos: el dinero, los bienes, una mejor calidad de vida, etc. son los que corrompen al ser y lo llevan por un camino malo, pero ¿qué pasaría si se estimulara a un niño desde pequeño con aspectos negativos por ejemplo: alcoholismo de sus padres, drogadicción en se vecindario, prostitución, etc. y nadie le dijiera que es malo?

Por ende no tomaría estos hechos como acciones malas si nadie lo a corregido, puesto que no lo puede "hacer entrar en razón", porque su racionamiento nunca a identificado el otro camino, entonces es una cualidad empírica.

Carlos Alberto dijo...

Terox:

Dice Vitus Dröscher:

La clave de un mundo pleno de amor es el amor de la madre por su hijo. Aquel a quien la vida no se lo concedió de niño, no podrá experimentar la sensación de felicidad que implica el sentirse amado. No podrá después ofrecérselo a los demás y más tarde, convertido a su vez en madre, o padre, será incapaz de transmitírselo a sus propios hijos De ese modo penetra el hielo del desamor en la vida común de nuestra civilización y trae al mundo desgracia e infelicidad.

Tomado de: Calor de Hogar, de Vitus Dröscher.

Terox: Todo el mundo debería leer este libro. ¡Es fascinante! Te invito a que lo consigas y lo leas. Salió a la venta, por primera vez, en 1982.

¡Saludos!

Carlos Alberto dijo...

Terox:

Del mismo libro:

En 1925 el grupo de investigadores decidió comprobar si en los antecedentes familiares de 500 delincuentes que cumplían condena existían rasgos comunes que fueran más allá de lo que podría ser una mera coincidencia circunstancial.

¡Y lo encontraron en las relaciones hogareñas!

Del estudio del ambiente familiar de aquellos jóvenes convertidos en delincuentes se deducía:

El 72,5 por ciento de ellos fue castigado por el padre con excesiva severidad o de modo caprichoso.

El 83,2 por ciento fue cuidado o atendido por la madre de manera insuficiente.

El 75,9 por ciento fue tratado por el padre con enemistad o indiferencia.

El 86,2 por ciento fue tratado por la madre con enemistad o indiferencia.

El 96,9 por ciento se crió en el seno de una familia en la que no reinaba el menor espíritu de comunidad afectiva.

Tomado de Calor de Hogar, de Vitus Dröscher.

(En relación con las investigaciones y estudios realizados por el famoso criminólogo estadounidense profesor Sheldon Glueck y su esposa Eleanor, en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachussets.

Terox dijo...

Ero, pues en realidad esos "incentivos" no son necesariamente malos. Lo que puede ser malo son los MEDIOS que se utilicen para alcanzarlos. Igualmente, un niño que haya sido educado en esas condiciones, no vería como "malo" esas conductas. Todo es relativo. Lo curioso es que la predisposición genética mostrada en este experimento es hacia la cooperación y no al conflicto. Parece obvio, sin embargo, que esa predisposición pronto es desbordada por otros factores ambientales.

Carlos Alberto, en efecto, en primera (y última) instancia, el amor. Aunque, también, cuantos narcisistas han salido de los brazos amorosos de una madre sobreprotectora? Voy a ver si busco el libro...(uno más que tengo que leer).

GAlcidesS dijo...

Terox, la vara está así. Ha notado que de todas las crías animales somos la más inútil? Un ñu recién nacido por ejemplo corre a los 5 minutos, los delfines aprenden a nadar en el mar apenas lo tocan y otros por el estilo. Como especie somos una vara rara, pues no nos terminamos de formar en el útero (la mollera no se termina de cerrar) y nos toma de 2-3 años aprender a caminar. Es de esperar entonces que en ese periodo se dependa de los progenitores y por ello la gesticulación incluyendo el llanto que llama la atención vienen bien definidos.

Existe otro comportamiento de ayuda a otros de la misma especie que se denominó altruísmo (arriesgar la propia integridad para el bien de alguien más) pero los evolucionistas llegaron a la conclusión de que no existe tal desinterés de ayuda, pues al proteger a otros parientes se asegura la sobrevivencia parcial de un genoma compartido. Volviendo a los ñúes, resulta que estos adoptan terneros huérfanos (cosa que pensaríamos es ayudar) SI Y SOLO SI es hijo de una hermana o prima, de lo contrario lo ignoran, de nuevo, preservar genes compartidos.

Inclusive se cuestiona si la supuesta ayuda desinteresada que le damos al extraño es realmente desinteresada, pues una buena conducta es bien vista por terceros que a la larga podrían beneficiarme, es decir, algo gano. Imagine el caso de ayudar a una señora en la calle a sabiendas de que una muchacha guapa lo observa, no es cierto que lo hace con más ganas? Pues si ella lo ve es probable que usted le parezca un buen partido y logre procrear con ella, que es a fin de cuentas la razón biológica del ser vivo; generar descendencia.

Retomando a los niños del expermiento, ellos han de haber pasado por enseñanzas varias que LES MOLDEAN LA CONDUCTA, cosa bastante sencilla a esas edades, por lo que verían como correcto la ayuda (lo cual terceros ven con buenos ojos) y como inadecuada la opresión (al igual que los demás) y por lo tanto, otra vez a la larga le pueden traer ventajas a sí mismo.

Leí de otro experimento donde en grupo se jugaba una dinámica en la que se podría escoger si se ayudaba al rezagado (en público) o se castigaba al tramposo (anónimo), todos escogieron el castigo. Dicho estudio fue en jóvenes (más carga social implícita) así que si somos buenos o malos que por cierto es mero encasillamiento moral y social, se basa más que todo en instinto y educación.

Terox dijo...

Roy, bueno, el "pecado original" pertenece al ámbito religioso, como apuntó Ero, el problema es cuando se tiene que escoger entre evidencia y religión. Es necesario ser objetivo.

Carlos Alberto apunta a la dirección correcta. Más allá de cualquier otra cosa, las condiciones en los primeros años son determinantes para una persona. (Aún así, hay casos de superación extraordinarios, aún de las peores condiciones).

Terox dijo...

Galci, entiendo. Dado que como especie dependemos tanto de las habilidades sociales y la educación del complejo cerebro que poseemos, necesitamos altamente de los padres para el desarrollo definitivo (imagino que más que cualquier otra especie). De hecho, eso de la mollera es para que el cerebro siga creciendo (creo que hasta los 5 años no sueldan los huesos del cráneo).

Ahora, yo no veo tan sencillo condicionar a un bebé de 6 meses a que entienda el juego ese de los "títeres". Cómo discernir cuando está ayudando y cuando esta jodiendo? El efecto del observador, pues tampoco sé si a esa edad existe un concepto como el "que dirán". Me imagino que los maes de Yale tomaron en cuenta estos factores.

Del experimento que Ud menciona, no lo dudo. Casi siempre se piensa primero en castigar al infractor que en socorrer a la víctima.

Obviamente, conceptos como el bien o mal son subjetivos. Pero, igual, es interesante considerar como estamos condicionados genéticamente (aunque sea tenuemente condicionados). Recuerdo que en un programa vi la teoría que el Cromagnon se "echó" al Neanderthal, porque éste era menos agresivo, así que seríamos la más agresiva de las dos especies. Me pregunto, que hubiera pasado si hubiera sido el Neanderthal el superviviente. ¿Sería diferente el mundo?.

Carlos Alberto dijo...

Terox:

¡Es cierto! La etología no es una ciencia exacta.

Lee: «El niño sin nombre», de Dave Pelzer. (Una historia real de maltrato.)

Más impresionante es el título original:

A child called «it»: one child´s courage to survive

Sí, Terox, la madre de Dave no lo llamaba por su nombre. Le decía: «Eso»


¡Saludos!

Carlos Alberto dijo...

Terox:

Casi todos los organismos terrestres actúan en buena medida conforme al legado genético de que son portadores y que ha sido «previamente transmitido» al sistema nervioso del individuo, siendo la información extragenética recogida en el curso de su vida un factor secundario.

Sin embargo, en el caso del hombre y de los demás mamíferos sucede exactamente lo contrario. Sin desconocer el notable influjo del legado genético en nuestro comportamiento, nuestros cerebros ofrecen muchísimas más oportunidades de establecer nuevos modelos de conducta y nuevas pautas culturales en cortos períodos de tiempo que en cualquier otro ser vivo. Por decirlo de algún modo, hemos concertado un pacto con la naturaleza según el cual el difícil proceso de maduración del niño viene compensado por su capacidad de aprendizaje, lo que incrementa en gran manera las posibilidades de supervivencia de la especia humana.

Tomado de: Los dragones del Edén, de Carl Sagan

Carlos Alberto dijo...

Terox:

Interesante:

(Carlos Alberto, en efecto, en primera (y última) instancia, el amor. Aunque, también, cuantos narcisistas han salido de los brazos amorosos de una madre sobreprotectora? Voy a ver si busco el libro...(uno más que tengo que leer)

Me gustaría saber de qué libro estás hablando. Espero que su autor no esté entre los que rechazan el amor de la madre. Entre aquellos que creen que hay que dejar llorar a los bebés, dejarlos llorando solos hasta que se cansen, hasta que se duerman agotados por el esfuerzo...

¡Qué espanto!

GAlcidesS dijo...

Bateando Terox (ojo que es por chingue), las caras felices de los dibujos pueden influenciar?

Terox dijo...

Carlos, me refería al que vos recomendaste: Calor de Hogar, de Vitus Dröscher. El comentario sobre el amor excesivo es de mi cosecha. Es que me acordé de la mamá del director Skinner, en los Simpson.

Galci, que bueno que aclaró que era por chingue, porque las figurillas no tienen ni boca ni cejas, sólo ojos (y aún esos son iguales)!!!!

Carlos Alberto dijo...

Terox:

¡Que papelón el mío! Y bueno, de vez en cuando pasa...

¡Saludos!